miércoles, 14 de marzo de 2012

Shut mi, rait nau.

Pocas cosas buenas me han pasado últimamente. La mejor de ellas, fue haber comprado unas botas que me habían enamorado, al 30% de su valor. El viernes a la noche, le hice la gamba a un amigo, y le acompañé a "Club V", siendo una de las 5 mujeres que se encontraba en el lugar, admiré a muuuuchos señores, que obviamente, no estaban disponibles (no para mi, por supuesto)... eso si, hice un levante, pero no era mi tipo. Me gustan más altos que yo y con pelo corto, así que la señorita que me miró con ojitos libidinosos no tuvo suerte (ah, le faltaba pitulín, algo fundamental para que sea mi tipo). Debo decir MUY LINDOS caballeros.
Al día siguiente, con mi nueva remera favorita, caminamos por las calles porteñas con mi amigo... me invitó a tomar el café que más odio, por su sabor a quemado: Starbucks. Para taparle el sabor inmundo, le puse toneladas de cacao y vainilla, pero ese aroma a grano chamuscado quedaba. Tapé el café, pero lo hice mal. Resultado: me quemé y mi remera quedó manchada (por lo menos, cayó en el ojo derecho del monstruito, así que parece que el coso llora café).
Esa noche, fatídica por cierto (oh si, esa quemadura era una premonición del sufrimiento que padecería más tarde), otro de mis amigos, canceló su salida conmigo. Su motivo (que no es válido) fue "no voy a ver el partido con vos, porque sos mufa, y mi equipo pierde". Eso me enojó de sobremanera, porque él es la cábala para mi equipo, y fue así como no pude mufarlo, y Belgrano perdió un partido fácil. Lágrimas de sangre corrieron por mis mejillas, y puteadas varias via Facebook fueron proferidas para mi ex (?) amigo.
Tras putear con Brisa por la mala suerte y el mal juego de nuestro viejo y glorioso Belgrano, me tiré a ver tele, y por supuesto, don DirecTV funcionaba como mi cara, o sea: MAL.
El domingo, me convertí en una abnegada ama de casa, lavando ropa a mano y cocinando... ContaMadre no debe poder creer que lave ropa a mano, cocine, limpie y tenga medianamente decente mi microdepto.
El lunes, con los mocos cayendo, no por el llanto Belgranense, sino por un resfrío, recibí un llamado inesperado. Veremos que pasa. Esperemos que sea para bien.

4 comentarios:

María Palma y Genovés dijo...

Sos muy divertida!

Conta Dora dijo...

Tanto como Virginia Lago...

SirThomas dijo...

Coincido en el odio para con Starbucks, aunque en mi caso no es tanto por el café (tomé una vez no lo recuerdo pero no es algo por lo que valga la pena pagar, así que diría que la acompaño con eso también) sino por el sistema que tienen para vender y servir el café: prefiero la "vieja escuela" de sentarme y pedir el café, etc., luego lo de ponerle el nombrecito al vaso me fastifidia y la atención tipo fast food tampoco es de mi agrado.

Saludos.
Sir.

Brisa dijo...

Ni me hables,estoy muy deprimida por el pirata,pero bueno,si algo sabe Belgrano es salir adelante cueste lo que cueste!!
Aguante el vendedor ambulante de café por la peatonal,jajaja!
Ni contamadre ni yo podemos creer que hayas lavado a mano!jua(Brisa version soreta)
Un besote Conta!!!!!!